Cómo guardar los zapatos de verano: trucos para conservarlos bien

Cómo guardar los zapatos de verano es una de las preguntas más habituales cuando la temporada estival toca a su fin. Antes de sacar el calzado de otoño, es importante revisar los pares de zapatos, sandalias o alpargatas que te gustaría conservar en buen estado para el año que viene. Con estos pequeños consejos podrás aumentar la vida útil del calzado y lo mantendrás en perfectas condiciones para el próximo año.

Cómo guardar los zapatos de verano: sigue estos consejos

Guardar los zapatos de verano de los más pequeños de la casa es más importante de lo que puedas creer. No se trata de colocarlos en cualquier armario y olvidarte de ellos hasta la temporada que viene. Existen varios aspectos que debes tener en cuenta:

1. Limpieza y preparación

El mero uso del calzado hace inevitable que termine por ensuciarse, aunque solo lo utilices en el verano. Si guardas tus zapatos manchados, lo único que consigues es que se dañen de manera prematura. Por tanto, es esencial efectuar una limpieza antes de guardar, pero siempre respetando el tipo de material o tejido en el que estén fabricados. Por eso desde OKAASPAIN siempre te damos algunas pistas clave. Por ejemplo, cómo limpiar zapatillas blancas de lona.

2. Elige un espacio para guardarlos

El lugar en el que vayas a colocar los zapatos también importa, y mucho. Para empezar, escoge un espacio en el que no haya humedad, como un armario en el que se garantice la circulación de aire. Además, es importante que la temperatura permanezca constante, pues los cambios bruscos afectarán a los materiales. Procura también que permanezcan elevados del suelo, algo que dificultará el acceso a insectos y la acumulación de polvo. Teniendo estas pautas en cuenta, el calzado llegará al verano que viene en las mejores condiciones de conservación.


3. Utiliza el almacenamiento más adecuado

Tampoco debes olvidar la manera en la que colocas los zapatos en su lugar de almacenamiento. Procura ordenarlos en función del tipo y del estilo para que no se produzcan pérdidas por un despiste. También es relevante que coloques papel de seda o rellenos especiales para que el material no pierda su forma o surjan pliegues. Asimismo, si quieres una mayor protección, recurre a una bolsa de tela, una funda protectora o las cajas del propio calzado.

4. Recurre a etiquetas

En caso de que tengas una gran variedad de zapatos, etiquetarlos a la hora de guardarlos te resultará de gran ayuda. El objetivo es poder identificarlos de forma rápida, lo que te ayudará a encontrarlos más fácil para la próxima temporada si sois varios miembros en la unidad familiar. Si incluyes una pequeña descripción de su estado, te permitirá comprobar si se han dado cambios significativos. Así, podrás determinar si el año que viene los más pequeños necesitan nuevo calzado de verano


5. Evita apilamientos

Es muy tentador almacenar el calzado apilando las cajas una sobre la otra, pero en realidad puede ser un error. El peso es un factor que no debes olvidar y que entrará en juego cuantos más pares coloques uno encima de otro. Los de arriba ejercerán presión sobre los de abajo, lo que aumentará el riesgo de causar deformaciones. Procura mantener una separación adecuada y no acumules muchos en un mismo punto para ahorrarte varios problemas.


6. Rotación de los zapatos

Se trata de una manera muy efectiva de mantenerlos en las mejores condiciones. El objetivo de rotarlos es el de evitar que se acumulen malos olores y comprobar que no hay restos de humedad. También contribuye a que los materiales permanezcan en buen estado durante más tiempo. Para poner en práctica este consejo, revisa el calzado guardado cada dos o tres meses.
Con los consejos que acabas de leer, la forma de como guardar los zapatos de verano no te resultará tan difícil. Recuerda que tienes que limpiarlos antes de almacenarlos y colocarlos en un lugar adecuado. Busca un espacio sin humedad, con una temperatura constante y que esté alejado del suelo. Además, es conveniente clasificarlos por tipos y estilos para evitar pérdidas y no olvides introducir un relleno en el interior para que no se deformen. Si sigues estas indicaciones, el próximo año el calzado seguirá en perfectas condiciones.