Saber cómo guardar los zapatos para evitar la humedad va a hacer que el calzado dure mucho más tiempo en mejores condiciones. ¿Qué le hace la humedad a los zapatos? Si no la evitas, empezarás a tener problemas como el mal olor, o la deformación de cada par de zapatos que tengas expuestos a este problema. Además, no solo eso, también hay materiales que se pueden ver muy deteriorados por culpa de la humedad, siendo imposible volver a dejarlos como nuevos.
Cómo debes guardar los zapatos para evitar la humedad
¿Hay alguna forma de guardar el calzado de los peques para que no se estropee con la humedad? Por supuesto, vamos a hablar a continuación de las formas en las que tienes que tratar los zapatos para evitar que se estropeen.
1. Elegir el lugar adecuado
Evitar lugares húmedos es el primer paso para conseguir que los zapatos estén en las mejores condiciones posibles. Debes evitar sitios como el baño o el sótano, que suelen ser mucho más húmedos y optar por áreas de tu hogar que estén ventiladas y siempre se mantengan secas. Si por lo que sea, tu casa es muy húmeda, ten en cuenta que puedes utilizar deshumidificadores para conseguir estancias secas.
2. Uso de absorbentes de humedad
Productos como el gel de sílice o el bicarbonato de sodio te pueden ayudar a absorber la humedad de tu zapatero. Pero también hay opciones caseras como colocar bolsas rellenas de arroz o bolsas de té. Para saber cada cuánto cambiar estos productos debes tener en cuenta el grado de humedad que hay en la estancia, normalmente suelen durar de 2 a 8 semanas. Pero si solo lo pones por prevención pueden llegar a durar meses.
3. Limpieza y secado antes de guardar
Es fundamental no guardar nunca los zapatos de los niños mojados, si lo haces, puede que la próxima vez que los vayas a coger estén totalmente estropeados. Para poder secarlos puedes optar por dejarlos al aire y que se sequen solos u ofrecerles un poco de ayuda extra. Si tienen mucha agua, lo primero es eliminar el exceso con una toalla, después puedes optar por usar un secador a potencia muy baja y desde una distancia prudencial ir secándolos. Evita siempre guardar zapatos mojados o que estén sucios, es importante en estas prendas actuar con rapidez para no estropearlas. También hay ocasiones en las que se debe llevar a cabo una limpieza específica, en especial en calzado para niños, como por ejemplo eliminar plastilina y pintura.
4. Mantener una buena circulación de aire
Los zapateros cerrados pueden ser una mala idea en casas que sean muy húmedas. Puedes optar por organizadores o estanterías que estén totalmente abiertas. Además, podrás decorarlas como más te guste para que no destaquen sobre el resto de mobiliario de tu hogar. Hoy en día hay alternativas muy modernas y de diferentes estilos.
Además, debes tener en cuenta intentar alternar el uso de zapatos. ¿Por qué no deberías ponerte siempre los mismos? Porque así, conseguirás que se aireen por completo antes de volver a utilizarlos.
5. Tratamientos preventivos
Si vives en una zona en la que haya una humedad muy alta, también puede ser interesante utilizar otro tipo de productos como, por ejemplo, sprays antihumedad. Estos se deben aplicar a 20 centímetros del zapato y con la cantidad justa, pues pasarse sería un problema y podría dañar el material. Debes tener en cuenta que no solo tendrás que aplicarlos una única vez, sino que, cuando veas que los zapatos lo vuelven a necesitar, debes volver a echarlo. La frecuencia dependerá de la humedad y de lo que se puedan mojar.
6. Uso de calzadores y hormas
Las hormas son un accesorio perfecto para que los zapatos no pierdan la forma nunca. Además, no te olvides de utilizar calzadores, pues gracias a ellos no forzarás el material ni harás que se estire de más. Lo mejor es contar con este tipo de productos en tu hogar, porque cuando te acostumbres a usarlos no querrás dejarlos nunca más.
Si buscas el material perfecto, hay diferentes opciones. Puedes elegirlos de madera o de plástico. Ambos son resistentes y duraderos.
7. Revisión y mantenimiento periódico
Aunque pueda parecer algo obvio, debes revisar de forma habitual el estado de los zapatos. Sobre todo en las épocas en las que no te los pongas, ya que puede ser que si no lo haces no detectes que hay un problema de humedad que debes solucionar. Si ves que tienen pequeñas manchas o que las etiquetas o cordones tienen un color extraño, debes eliminar la humedad del lugar para que no se sigan estropeando.
Si se va a utilizar un calzado durante mucho tiempo, debes limpiarlo bien y guardarlo de forma que se pueda conservar perfecto. Por ejemplo, en una bolsa sin humedad.
Como puedes ver, es fundamental conocer los aspectos clave para poder saber guardar los zapatos a salvo de la tan temida y peligrosa humedad. Con estos consejos, conservarás en mejores condiciones los zapatos de tus peques durante más tiempo.