Despejando la eterna duda: ¿es bueno guardar los zapatos para otro niño?

¿Es bueno guardar zapatos para otro niño? Esta es una eterna pregunta que se hacen muchas familias con varios hijos. Según el consenso actual, la respuesta es que no, ya que, los expertos afirman que reutilizar calzado que ha usado otra persona no beneficia al correcto desarrollo del pie durante la etapa infantil. Aunque pueda parecer una opción tentadora para evitar una compra, hay una gran variedad de razones por la que no se recomienda realizar esta acción. En este artículo te vamos a explicar cada una de ellas para que comprendas los motivos por lo que es mucho mejor adquirir un zapato nuevo.


¿Por qué no es bueno guardar zapatos para otro niño?

Esta práctica es bastante común, especialmente en las familias que cuentan con niños de edades cercanas. Pero, como ya te hemos comentado, no resulta nada recomendable. Las siguientes razones te convencerán de que lo más idóneo es no emplear zapatos de niño ya usados.

1. Higiene y salud

El primer motivo que se pone sobre la mesa es el de la salud. Los pies son propensos a sudar, lo que implica la generación de malos olores y bacterias. Además, cuando no se limpian de la manera adecuada o quedan húmedos, pueden provocar problemas de salud.

Al usar un calzado de otro niño se pueden traspasar estos inconvenientes a los pies del pequeño que los emplea por primera vez. De hecho, reutilizar el calzado puede provocar enfermedades como los hongos que acaban haciendo pasar un mal rato al niño.


2. Ajuste y comodidad

Los zapatos han de estar correctamente ajustados al pie. Cuando se estrenan, la huella se fija y los materiales adquieren una cierta forma para amoldarse al pie. Pero unos zapatos usados ya cuentan con una forma predeterminada. Esto puede provocar que no se ajusten de la forma correcta y generar incomodidad.

Además, este hecho derivará en problemas posturales y de desarrollo del pie. Para evitarlo, es importante que sepas cómo medir el pie a un niño para dar con la talla adecuada al adquirir en una tienda online el nuevo calzado que necesita.

3. Desgaste y calidad

Cada pequeño posee una forma del pie y un estilo de caminar diferenciado. Esto provoca un desgaste del zapato durante su uso que no afecta al soporte. Sin embargo, cuando ese calzado se emplea en unos nuevos pies, provoca desigualdad en la erosión, lo que repercute en una disminución de la calidad.

Emplear calzado a estrenar permite que la estructura se mantenga intacta y se desarrolle acorde a la forma de caminar del menor. Esto evitará que afecte a su crecimiento y a su forma de andar.


4. Estilo de vida y actividades

La forma de desenvolverse y el tipo de actividades que realiza el niño influyen en el uso del zapato, por lo que es muy importante dotarlo de la mejor opción para cada momento del día. Por ejemplo, no es lo mismo acudir al cole que bajar al parque.

Cada par de zapatos debe ser perfecto para su función y estar en buenas condiciones. Los zapatos ya usados pueden no adaptarse a las necesidades de su nuevo dueño. Cuando compres para tu pequeño, asegúrate de elegir una opción adecuada para la actividad que llevará a cabo con ellos.

6. Posibles alergias

El material de fabricación del calzado es clave para su seguridad, ya que existen alergias a materiales específicos que se deben evitar. En un zapato usado puedes desconocer su composición y acabar causando algún tipo de reacción en su piel.

Para evitar sustos, lo mejor es que apuestes por calzado de calidad como el de OKAA Spain. Fabricamos con materiales sin tóxicos y adecuados para su edad. Además, contamos con una gran variedad de opciones para que encuentres el par que mejor se adapta a sus necesidades y actividades. Nuestros zapatos te acompañarán cada día.


7. Durabilidad y seguridad

Los zapatos que han sido usados durante mucho tiempo suelen haber perdido parte de su estructura de soporte. Esto hace que los zapatos sean menos seguros y efectivos, ya que no proporcionan el apoyo necesario para los pies en crecimiento.

Al desgastarse en exceso (sobre todo la puntera y la suela debido al roce constante), los zapatos pierden su funcionalidad y ya no son seguros para el niño. Esto te obligará a comprar un nuevo par que garantice comodidad y protección a los pies del niño.

Como has podido comprobar, hay un gran número de razones de peso para no reutilizar los zapatos infantiles. Higiene, calidad, ajuste, comodidad, estilo de vida, alergias, seguridad y durabilidad son los motivos que indican los expertos para decantarse por el calzado nuevo. Cuidar de los pies de los más pequeños de la casa implica invertir en unos zapatos de calidad fabricados con los mejores materiales.